La era de Drew Brees terminó en la NFL. El ahora exquarterback, con la ayuda de sus cuatro hijos, anunció su retiro de los emparrillados.
El legado del pasador deja marcas por romper, un anillo de Super Bowl y un servicio comunitario que levantó a Nueva Orleans de un huracán.
“Después de 20 años como jugador y 15 en los Saints, es hora de retirarse. Cada día, entregué mi corazón y mi alma en ser su quarterback. Hasta el final, me agoté para dar todo lo que tenía a la organización de los Saints, a mi equipo y a la gran ciudad de Nueva Orleans. Compartimos algunos momentos increíbles juntos, muchos de los cuales están grabados en nuestros corazones y mentes y siempre serán parte de nosotros. Me has moldeado, fortalecido, inspirado y me has dado una vida de recuerdos. Mi objetivo durante los últimos 15 años fue esforzarme por darte todo lo que me habías dado y más”, comentó Brees, en un comunicado.
“Solo me retiro de jugar futbol americano. No me retiro de Nueva Orleans. Esto no es un adiós, sino un nuevo comienzo. ¡Ahora comienza el trabajo de mi vida real!”.
De acuerdo con múltiples reportes, el egresado de la Universidad de Purdue podría convertirse en una analista para alguna cadena estadounidense, en específico NBC.
En otro video, aparecieron sus hijos, quienes dijeron que el retiro es para pasar más tiempo con ellos.
El retiro llega 15 años después del acuerdo por seis años y 60 millones de dólares con los Saints. El expasador comenzó su carrera como selección de segunda ronda de los Chargers, hace 20 años; posteriormente pasó a Dolphins, que lo desechó por una supuesta lesión en el hombro.
Para la temporada 2009, Drew y Nueva Orleans conquistaron el Super Bowl LXIV, sobre los Colts de Indianapolis, en Miami.
Brees puso fin a su trayectoria, tras 172 victorias en fase regular, 7 mil 142 pases completos (67.7 por ciento de efectividad), 80 mil 358 yardas y 571 anotaciones.