Un total de siete reos fueron decapitados durante un motín entre bandas rivales que se registró en una cárcel de Cantel, en el departamento de Quetzaltenango, Guatemala.

De acuerdo con las autoridades, el amotinamiento se presentó en uno de los patios del penal, en donde se concentraron los 2 mil 252 reclusos que hay.

Apenas el pasado domingo, el Sistema Penitenciario registró un ataque armado en una cárcel ubicada en la ciudad de Guatemala, que dejó como saldo un prisionero muerto y un herido.

Organismos para la defensa de los derechos de los reclusos, hicieron un llamado a las autoridades para que se retome el control de los centros penitenciarios, y se evite la pérdida de vidas, así como enfrentamientos entre grupos al interior de éstos.

Fuentes policiales dijeron a medios locales que uno de los internos había ordenado el ataque a pandilleros rivales, en represalia por el asesinato de su esposa, quien había sido asesinada a tiros por dos hombres en motocicletas horas antes.

Según la fuente, el reo detrás de la violencia está cumpliendo condena por asesinato.

Casi la mitad de las aproximadamente 3 mil 500 muertes violentas al año en Guatemala son llevadas a cabo por pandillas, dicen las autoridades.

Unos 500 policías fueron desplegados para tomar el control de la prisión, dijo el portavoz de la Policía Nacional, Jorge Aguilar.