Una profunda investigación sobre usos y costumbres de la época del porfiriato fue la inspiración del maestro Erick Campos para crear un montaje dancístico clásico donde, a través de una historia de desamor, invita al espectador a reflexionar sobre la permanencia de las diferencias sociales no obstante la evolución humana.
En entrevista, el maestro Campos, quien fue primer solista y maestro de la Compañía Nacional de Danza, comparte su sentir sobre esta participación en línea.
Sobre las posibilidades que brindan las funciones virtuales expresa: “Nos entusiasma este hecho porque podremos llegar a grandes masas, ya que en un teatro el público es reducido. Evidentemente los espectáculos en vivo siempre van a tener otro impacto, pero nuestra propuesta, al ser presentada a tres cámaras, permitirá que los espectadores tengan la sensación de que están presentes en el teatro. En verdad sentirán que están en esa montaña rusa de emociones que provoca la obra”.
Sobre el nombre de la pieza y su vinculación con el Día de Muertos, el maestro Campos aclara que son aspectos circunstanciales porque “La Catrina” tenía otro simbolismo en la época que él hace referencia en su ballet, era una imagen de protesta, dice, de lucha de la sociedad por mostrar el descontento.