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El Kremlin entrega a Kiev una oferta de negociación en plena ofensiva de Donbás

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Rusia ha entregado por escrito sus nuevas propuestas de negociación a Ucrania y Kiev ha recogido el guante. Pese a las desavenencias mantenidas tras el efímero éxito del encuentro de Estambul de finales de marzo, los contactos continúan con la ofensiva de Donbás de fondo. “La parte rusa estudió nuestras propuestas y expresó su posición. Ahora es nuestro turno para analizar, comparar y sacar conclusiones, incluidas las de carácter político y legal”, ha comentado el principal asesor del presidente Volodímir Zelenski, Mijaílo Podoliak, a varios medios ucranios.

El portavoz de Vladímir Putin, Dmitri Peskov, había anunciado esta misma jornada la entrega de los documentos a Kiev “con formulaciones absolutamente claras y desarrolladas”. “La pelota está en su campo, esperamos una respuesta”, agregó el representante del presidente ruso. También este miércoles, la portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, ha hecho un repaso a las principales exigencias de Moscú ahora. “Las conversaciones para asegurar el estatus neutral de Ucrania, fuera de cualquier bloque y sin armas nucleares, continúan”, hizo hincapié antes de mencionar otros puntos de la agenda, entre los que incluyó la desmilitarización del país, la restauración del ruso como idioma oficial y el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia. Sin embargo, para Donbás exigió solo su independencia.

La reunión de Estambul del pasado 29 de marzo logró ciertos avances en las negociaciones que mantienen las delegaciones de Rusia y Ucrania desde que comenzó el conflicto. En aquella reunión, Kiev ofreció a Moscú su renuncia definitiva a la adhesión a la OTAN a cambio de obtener garantías de seguridad sobre su territorio, y se mostró abierta a negociar el futuro de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, y de la región de Donbás, en guerra desde aquel mismo año.

Podoliak explicó que Ucrania envió sus propuestas tras el encuentro de la ciudad turca, “incluidas las que atañen a las garantías de seguridad de que no habrá futuras agresiones contra nuestro país”, según subrayó este miércoles, y ahora ha llegado su turno valorar la contraoferta rusa.

Por su parte, Moscú no ha aclarado si ha dado algún plazo para recibir la respuesta de Kiev. “Eso depende de la parte ucrania”, afirmó Peskov, que reiteró una vez más las acusaciones del Kremlin de que su rival retrasa adrede las conversaciones. “Lo hemos dicho en varias ocasiones, la dinámica de trabajo de la parte ucrania deja mucho que desear; los ucranios no muestran una gran inclinación a intensificar el diálogo”, criticó Peskov.

Las negociaciones de Estambul, consideradas entonces positivas por la delegación rusa, recibieron unas críticas muy duras por parte de los sectores más nacionalistas del país. Según su borrador, Kiev obtendría la garantía de que varios países la armarán en pocos días si es atacada, aunque esta protección excluiría cualquier conflicto tanto en Crimea como en Donbás. El Gobierno ucranio ofreció al Kremlin abordar en un plazo de 15 años el estatus de la península del mar Negro, y en otras reuniones independientes la situación de la zona oriental del país.

El Gobierno de Zelenski ha recibido el borrador de Moscú dos días después de que el ejército ruso comenzase lo que ha denominado “la segunda fase de la operación”. Putin justificó hace más de una semana que la retirada de tropas de otras zonas, como Kiev, fue una “concesión” por el progreso de las negociaciones de Estambul y no por el estancamiento del conflicto. Ahora estas fuerzas han sido redirigidas al frente de Donbás, según el espionaje occidental donde se han unido a la ofensiva por el control de la región oriental de Ucrania.

Intercambio de acusaciones

Zajárova también se ha sumado a las acusaciones del Kremlin contra la delegación ucrania. “Hace mucho que no confiamos en estas personas”, afirmó la representante del organismo que dirige el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov. Según la portavoz rusa de Exteriores, las negociaciones han ido mal desde su inicio. “A partir de ahí comenzó, como siempre, un circo en sentido figurado y directo por parte del régimen de Kiev: que vienen, que no vienen, que participan, que no participan… ¿Estábamos listos para eso en Moscú? Claro que sí”, dijo en referencia a las fracasadas negociaciones anteriores para la implementación de los acuerdos de Minsk de 2014 y 2015, pretexto que empleó Putin para ordenar la entrada de sus tropas en Ucrania el 24 de febrero de este año.

Lavrov declaró este pasado martes a la agencia de noticias rusa TASS que la ofensiva iniciada ahora en Donbás “será un momento importante”. “La operaciónren el este de Ucrania tiene como objetivo, ya se anunció al principio, la liberación completa de las repúblicas de Donetsk y Lugansk”, reiteró el ministro de Exteriores, que catalogó el repliegue de tropas de Chernihiv y Kiev como “un gesto de buena voluntad que no fue apreciado”.

Ambas partes se han acusado estas semanas de prolongar las conversaciones para lograr reorganizar sus tropas. Vladímir Putin advirtió el pasado 12 de abril que su ejército no parará hasta lograr el control de la parte oriental de Ucrania y “ayudar a la gente de Donbás”. “Así será, no hay duda”, afirmó el mandatario.

El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU ha registrado 2.104 civiles fallecidos y 2.862 heridos en Ucrania hasta el 19 de abril, aunque estas cifras podrían ser “considerablemente mayores”. Según sus números, en Donbás han muerto 660 civiles en zona controlada por Kiev y 79 en la parte separatista, aunque desconoce la realidad de algunas partes donde ha sido imposible acceder por los combates, como es el caso de la asediada Mariupol.