Con los días libres, llegan los turistas al sur de la Florida. El aeropuerto internacional de Miami ya ha venido batiendo cifras récord de pasajeros en las últimas semanas con un promedio diario de 150 mil pasajeros al día durante los últimos treinta días. Se trata de una cifra que no solo supera a lo que se veía en tiempos de pandemia, sino que mejora las cifras que se manejaban en 2019, donde el promedio diario era de 126 mil pasajeros al día.

A las cifras ya récord se suman ahora los visitantes del fin de semana de Memorial. Es por eso que las autoridades del aeropuerto han emitido una serie de recomendaciones para evitar inconvenientes, que van desde sugerir que quienes vayan al aeropuerto no lleven sus automóviles para evitar llenar el estacionamiento hasta llegar tres horas antes para vuelos domésticos y tres horas y media antes para vuelos internacionales. Además, piden que los pasajeros traten de hacer el check in con la aerolínea de manera virtual antes de llegar a la terminal aérea para acelerar el proceso.

A partir de este fin de semana se considera el inicio del verano y, por ende, de la temporada de vacaciones. Se espera que viajen este año en avión 3 millones de personas, lo que representa un 25 por ciento de aumento con respecto al año pasado (es el salto más grande en número de pasajeros aéreos desde el 2010).

Si bien todo el sur de Florida es un imán para los turistas, sin dudas la pequeña localidad de Miami Beach es la estrella. Miles de personas llegarán a sus playas este fin de semana. Será el primer fin de semana largo en más de un año en el que Miami Beach no tendrá un toque de queda.

Durante la pandemia se dieron varios incidentes de violencia en Miami Beach, sobre todo entre turistas, lo que llevó a las autoridades locales a tomar la decisión de poner un toque de queda a la medianoche para evitar altercados. La medida se aplicó inclusive durante las famosas vacaciones de primavera, donde las playas del sur de la Florida son un clásico para los estudiantes en busca de diversión.

Ahora, la estrategia es otra. En lugar de un toque de queda, Miami Beach contará con el apoyo de la policía del condado de Miami Dade, así como de otras municipalidades de la zona para mantener la fiesta en paz. Además, circularán por las calles 150 embajadores de buena voluntad, que son civiles entrenados para detectar personajes violentos.