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Condena internacional por la muerte de migrantes en Texas

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y Amnistía Internacional (AI) condenaron la muerte de migrantes, exigieron una investigación rigurosa y enjuiciamiento de los responsables de las muertes de migrantes.

Ante la tragedia en San Antonio, Texas, donde al menos 51 migrantes sin documentos fallecidos, la mayor parte asfixiados dentro de un tráiler que los transportaba ilegalmente y fueron abandonados, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) exigieron a las autoridades “una investigación rigurosa y el enjuiciamiento de todos los responsables”, tanto en México como en Estados Unidos,  y alertaron que este caso eleva a 290 el número de muertes de personas migrantes en los primeros seis meses de 2022.

En un pronunciamiento conjunto, la directora regional de la OIM para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe, Michele Klein Solomon, y Mattew Reynolds, representante de ACNUR para Estados Unidos y el Caribe, recordaron que las victimas eran personas que sólo buscaban mejorar sus condiciones de vida, al igual que otras 3 mil que han sido reportadas como desaparecidas o fallecidas al tratar de cruzar la frontera de México a Estados Unidos desde 2014, según datos del Proyecto Migrante Desaparecidos de la OIM.

“Esta no es la primera ni será la última tragedia de este tipo, ya que los traficantes de personas siguen aprovechándose de los migrantes y otras personas vulnerables que sólo buscan una vida mejor para ellas y sus familias”, apuntó la representante regional de OIM.

La funcionaria insistió en llamar a las autoridades “de ambos lados de la frontera para que investiguen rigurosamente y lleven ante la justicia a todos aquellos que, con su insensible desprecio por la vida humana, contribuyeron a este terrible incidente”.

El representante de ACNUR alertó que “sin suficientes vías regulares para buscar protección, personas vulnerables y desesperadas seguirán siendo presa de los traficantes o se verán forzadas a recurrir a medidas desesperadas para cruzar las fronteras”.

Agregó que entre las personas en condición de movilidad que deciden emprender los viajes peligrosos “se encuentran solicitantes de asilo y refugiados que huyen de la violencia, la persecución y las violaciones de los derechos humanos, así como migrantes, víctimas de trata de personas y otros”.

Reynolds resaltó que, tomando en cuenta que la prioridad debe ser evitar la pérdida de vidas, “lo que se necesita son alternativas más seguras a estos peligrosos desplazamientos irregulares, que garanticen un acceso expedito a los procedimientos de asilo para quienes buscan protección internacional”.

Las agencias de la ONU recordaron que han solicitado “acciones concretas para reducir la pérdida de vidas a lo largo de las rutas migratorias y que han llamado a los Estados a respetar sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.

Ejemplo devastador de la incapacidad: AI

Por su parte, la directora para América Latina de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas consideró que la tragedia de San Antonio “es un ejemplo devastador de la incapacidad de los Estados de las Américas para proteger a las personas migrantes y solicitantes de asilo”.

Al señalar que “es desgarrador recordar que esto ya ha ocurrido antes y que seguirá ocurriendo hasta que haya cambios profundos en las políticas migratorias de Estados Unidos y de los países vecinos”, Guevara Rosas apuntó que “las políticas migratorias crueles e inhumanas ponen en peligro vidas, obligando a las personas a tomar rutas cada vez más peligrosas”.

Consideró que “los Estados deben situar los derechos humanos en el centro de sus políticas y cumplir sus obligaciones internacionales de protegerlos”, en vez de orillar a las personas migrantes de asilo a “situaciones desesperadas en las que corren el riesgo de asfixiarse, ahogarse o morir de sed”.