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Pablo Hermoso de Mendoza le dijo adiós a la Plaza México

El grito de “Olé, Olé, Olé, ¡Pablo Pablo!”, marco el adiós del torero Pablo Hermoso de Mendoza, quien dijo adiós a La Plaza México en el marco de su 78 aniversario.

 

En una tarde llena de sentimientos encontrados y grandes episodios de torería, el rejoneador español se despidió del coso de Insurgentes con una salida a hombros tras cortar dos orejas del toro “Manuel”, de la ganadería de Los Encinos.

 

Un lleno hasta el reloj, desde temprana hora por parte de aficionados a la fiesta brava, fue el preámbulo de una corrida digna del aniversario de la Monumental Plaza México.

 

A los alrededores del embudo de Insurgentes, las vallas metálicas colocadas fueron adornadas con opiniones y frases de amantes a la fiesta brava como Gabriel García Márquez, Joaquín Sabina, Vicente Fernández y Mario Vargas Llosa y Charles Chaplin, lo cual creo una atmósfera mágica que no fue opacada por un reducido grupo de grupos “antitaurinos” que se manifestaron a los alrededores en menor cantidad que en otras ocasiones.

 

Los matadores Ernesto Javier “Calita” y Arturo Gilio quien confirmó su doctorado, compartieron cartel junto a Pablo Hermoso de Mendoza y luego de que más de 40 mil almas entonaran el himno nacional frente a una bandera tricolor desplegada en el ruedo, el festejo dio inicio.

 

Arturo Gilio, confirmo su alternativa con el toro “Carlos Herrado” y tras varios pases de pecho lo que le valió una oreja, mientras que en el segundo no pudo acoplarse y se fue entre aplausos.

 

En su primero de la tarde “Calita”, cortó una oreja y en el segundo se conformó con una salida al tercio entre una gran ovación del público que esperaba más de él.

 

Por su parte el Torero de Navarra quien salió en tercer lugar puso al borde de la locura a todos los asistentes con sus grandes ejecuciones lo que le valió una oreja en su primero de la tarde, mientras que en el segundo los sentimientos afloraron a flor de piel con sus majestuosas ejecuciones.