Las videograbadoras buscan disminuir los índices de denuncias en contra de los elementos.
Un total de 40 cámaras tipo solapa serán entregadas al personal de la dirección de Seguridad Pública de diferentes agrupamientos, equipo que fue adquirido a través del FASP 2023, para los uniformados de la isla.
En teoría con este paquete de dispositivos de video corporales sumarían 75 los que habría en el inventario. Sin embargo, de las primeras 35 que fueron adquiridas en la administración municipal 2021-2023, se desconoce su destino.
De acuerdo con información proporcionada por elementos de la militarizada policía municipal, quedan alrededor de la mitad operando y la información que se captura en ellas nunca es utilizada.
Las videograbadoras buscan disminuir los índices de denuncias en contra de los policías a quienes se les acusa de violar derechos humanos, robo y realizar detenciones arbitrarias con abuso de fuerza y poder, explicaron los gendarmes entrevistados sobre el tema.
El 17 de noviembre, la alcaldesa Juanita Obdulia Alonso Marrufo recibió por parte del gobierno del estado de Quintana Roo un paquete, del cual no se dio a conocer el monto, de 40 cámaras de solapa, nueve radios portátiles matra y un radio base matra, 16 monitores para computadoras de escritorio, 17 computadoras de escritorio, así como diversos bienes de oficina que fueron financiados por el Fondo de Aportaciones para la Seguridad (FASP).
Cabe mencionar que en este evento en el que también estuvo presente el director de Seguridad Pública y Tránsito de Cozumel, Luis Alberto Taylor González, se llevó a cabo en Cancún.
Tomando en cuenta que en Cozumel hay una fuerza de tarea de alrededor de 80 policías por turno, con la entrega de nuevas cámaras corporales se cubriría en la totalidad el padrón de uniformados.
Por desgracia y de acuerdo con testimonio de estos recabados el lunes, quedan ya muy pocos de esos dispositivos electrónicos de vigilancia.
Los que dan se entregan a los policías del turno y se enciende con reconocimiento de rostro del portador. Se traen encendidas todo el turno y cuando terminan se entregan al área de datos donde se descargan las imágenes, explicó uno de los policías consultados.
Al insistirles sobre el destino de estas imágenes, otro de ellos detalló que no saben dónde y por cuánto tiempo son almacenados ya que ellos nunca tienen acceso a esas imágenes.
En opinión de los policías, quienes mencionaron no conocer la fecha de entrega de las nuevas mini cámaras, estas son una especie de seguro de vida para ellos ya que se graba todo lo que hacen a lo largo de sus turnos y registran también las actuaciones de los ciudadanos que son detenidos.
“Muchas veces nos acusan de robo o de que los golpeamos para meternos en problemas. Una cámara como esta es un gran apoyo”, remató uno de los entrevistados, quien pidió no ser citado.