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Jarritos: la historia de uno de los refrescos más tradicionales de México

Jarritos es una empresa 100% mexicana y en un principio, se vendía con sabor a café. En el sitio oficial de Carlos Slim se puede leer que el magnate compró la empresa en 1965

En 1950, en la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, surgió uno de los refrescos mexicanos con más tradición y sabor del país: Jarritos. Es fácil reconocer dicha marca, pues se vende en botellas de vidrio transparente retro con gama de colores vibrantes, muy fácil de reconocer en los pasillos del supermercado.

Con tan solo 10 años de existencia, la marca ya se vendía en más del 80 por ciento del territorio mexicano. Para 1997 la bebida fue introducida por primera vez en en país vecino del norte, los Estados Unidos, y hoy en día se vende en más de la mitad de todas las grandes tiendas del país, según información dada a conocer por el New York Times.

En un inicio, el sabor original de Jarritos era el del café, sin embargo, Don Francisco El Cuero Hill, su creador, se dio cuenta de que los sabores ligeros y afrontados serían más atractivos para el mercado, por lo que decidió cambiar la estrategia y cambiarlo por sabores de frutas dulces y frecas.

Actualmente, Jarritos viene con diferentes sabores, como lima, ponche de frutas, uva, tamarindo y manzana, entre otros. Sin embargo, por ejemplo, en el mercado de los Estados Unidos, no es común ver algunos sabores, como tamarindo.

Existe una enorme diferencia entre Jarritos y los demás refrescos que se venden en el país, ya que Jarritos no están fuertemente carbonatados, además, se endulzan utilizando azúcar de caña granulada, en lugar de jarabe de maíz, que es el edulcorante típico de los refrescos en Estados Unidos.

Los refrescos pueden ser encontrados de manera sencilla en tiendas de comestibles como WalMart Target en Estados Unidos, donde Beverage Marketing, una empresa consultora especializada en la industria de las bebidas, ha señalado que Jarritos tiene ventas anuales de más de USD 2 millones en las tiendas de autoservicios.

Sin embargo, se estima que las ventas al pormenor de Jarritos en los Estados Unidos, superó los USD 150 millones en 2011, según el New York TimesNovamex, una empresa con sede en El Paso, Texas, desde hace 25 años, es propietaria de la marca Jarritos, para comercializarla fuera del país.

La compañía ha hecho una serie de campañas para popularizar la marca entre los jóvenes de origen no hispano, en varias ciudades estadounidenses como Los Ángeles, California, Chicago, Illinois, Austin, Texas o la ciudad de Nueva York, utilizando murales al aire libre con diversas imágenes de luchadores, comida, máscaras y hasta calaveras.

Para el 2016, el actor mexicano Diego Luna dirigió un anuncio de dos minutos para la compañía que produce Jarritos, llamado El Viaje, en el que se muestran imágenes de mexicanos cruzando el desierto y la mezcla con imágenes de migrantes europeos llegando a la costa de Estados Unidos hace algunos siglos. El mensaje de dicho cortometraje hace un recordatorio notorio y necesario en estos tiempos de dificultad en donde aún existen cosas que nos unen como humanos.

Ahora, cada que destapes uno de estos refrescos, ya sea de tutifruti, piña, limón, tamarindo, o manzana, sabrás que estás apoyando a una de las pocas empresas que son 100% mexicanas, pues es una marca y empresa chapada a la antigua, muy tradicionalista y muy apegada a su fórmula.

Por qué el nombre de Jarritos

El etiquetado da una pista, el nombre es un recuerdo de los contenedores en los que hace muchos años los mexicanos bebían, principalmente agua natural o de sabores. El barro del jarrito mantiene la frescura del líquido, además de que los colores del etiquetado y el logo son el naranja y verde, pues los colores originales de los jarritos de barro son de estos colores, solo un poco más opacos.