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De Xalapa a la Nasa, gracias a proyecto de telemonitoreo

XALAPA.— Desde pequeña, Ariana Tejeda Santís, joven universitaria de 22 años, miraba al cielo porque le parecía interesante conocer qué había en una estrella y en el universo en general. Su vocación por la tecnología la llevó a estudiar programación computacional y ahora está a punto de lograr uno de sus máximos sueños.

De cientos de jóvenes aspirantes que presentaron proyectos para participar en el Air and Space Program 2024, de la NASA, Ariana Tejeda fue elegida e invitada a desarrollarlo, pero para este fin necesita reunir los fondos que le permitan viajar y subsistir.

La joven, quien estudia en la Universidad Veracruzana, presentó un proyecto sobre el monitoreo de signos vitales en los trajes de los astronautas e inteligencia artificial.

Un campamento astronómico la acercó a los expertos y la pasión con la que abordaban el tema del espacio la terminó por enamorar, dijo.

Para mí, la fascinación que ha movido a los seres humanos a explorar las estrellas y otros mundos se ha convertido en una pasión; los cohetes no sólo te transportan a otros mundos o fuera del planeta, sino que personalmente me inspiran a alcanzar nuevos horizontes”, afirmó.

Si bien Ariana mostraba interés por el cielo y las estrellas, asegura que tenía temor en el aprendizaje de las matemáticas y la física.

Cuando iba en la prepa me consideraba muy mala en física y matemáticas, no las odiaba, simplemente me consideraba mala y no quiere decir que reprobara las materias o algo así, sino que tenía que desvelarme dos noches seguidas para poder aprobar un examen al día siguiente o estudiar una semana antes para poder aprobar un examen de cálculo o física”.

Sin embargo, la tecnología la condujo a un estudio más profundo y entendió que ése era su camino, al principio lo tomó como un reto, pero considera en perspectiva que no veía a las ciencias exactas con la pasión que ahora las utiliza como herramientas y que la llevaron a hacer un proyecto que la pone en la antesala de un sueño y la acerca a una meta largamente acariciada.

Su proyecto de telemonitoreo fueron horas de estudios, desvelos y un reto personal. Desea, además, que otras niñas y jóvenes se apasionen por temas científicos y tecnológicos.

Yo puedo decir que no tengan miedo, que en serio se esfuercen mucho por estudiar porque si les gusta, solito va a salir. Tal vez al principio, si no estás enfocada, te va a costar trabajo, pero míralo como un reto y nunca te salgas del camino”.

Agregó que la ciencia es una manera de retribuir un poco de lo que la sociedad les ofrece a los estudiantes y una manera pura de ayudar a los demás.

No se rindan, a la larga puede haber un buen resultado y yo soy ejemplo de ello, de un buen resultado”, dijo emocionada.

Ariana está a punto de viajar a Estados Unidos para desarrollar su propuesta científica, pero para este fin debe reunir los recursos suficientes para viajar y es en lo que se enfoca, salió a pedirlo y se plantó ante varios medios de comunicación, resuelta a que debe llegar a su primera “parada terrestre”, para después enfocarse en un proyecto que tal vez la lleve a las estrellas.